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La añoranza por algo que deseas desde el alma,
 hace que de tu boca y cerebro 
solo se vean tonalidades rosas, 
escupas viles rosas con aroma a vainilla, 
con brazos que se trasforman en suaves sábanas de rocio, 
es un estado de sopor irreal y placentero, bizarro, 
escurridizo en el cuerpo y el tacto,
 todo huele a aire fresco, 
tierra mojada, 
de 
labios 
azul..
es.

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